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24 de mayo de 2011

IMAGINANDO...ANDO

Por medio de esta actividad los integrantes al círculo de lectura realizaron una composición de textos narrativos y descriptivos.

EL SEÑOR INDECISO

Había una vez una pareja de esposos el señor indeciso y la señora indecisa, ellos Vivian en un árbol, la esposa era una mujer muy hogareña, mientras el esposo salía a trabajar, pues eran muy pobres. Un día cualquiera, estaban durmiendo y un viento muy fuerte les destrozo su casa por completo, cayendo ellos al piso; era una noche muy oscura y se escuchaban los sonios de los animales, hasta cuando de pronto escucharon las voces de unos hombres riéndose, pero esa risa era de maldad.
El señor y la señora indecisa se escondieron detrás de los árboles para no ser vistos pues se trataban de unos ladrones, los cuales tenían una bolsa llena de mucho dinero el cual acababan de robar.

La esposa del señor indeciso le dijo a su esposo le dijo que les tirara unas piedras desde donde ellos estaban para asustar a los ladrones, pero el señor indeciso lo dudo y fue ella quien tomó la decisión de lanzar las piedras logrando sacarlos corriendo del susto y dejando el bolsa del dinero.

El señor indeciso se acerco a tomar la bolsa del dinero y gritando con  alegría –Somos ricos, somos ricos...la esposa le dijo que todo el dinero lo debían cambiaran por vacas ya que sería una buena inversión.

El salió para el pueblo y haciendo caso a la señora cambio todo el dinero por diez vacas, cuando él las miraba decía –Que rico tener estas vacas, serán las que nos darán queso, leche y carne por muchos años; pero cuando iba pasando por el parque del pueblo vio a un joven que estaba tocando una flauta con un sonido muy hermoso y toda la gente se le acercaba a darle dinero en una canasta. El señor indeciso pensó- ¡quien pudiera  tener esa flauta para tocarla todos los días y me dieran dinero!
Al darse la vuelta el joven de la flauta lo escucho, se le acerco diciéndole –Señor, señor yo le cambio mi flauta por sus vacas. El señor indeciso muy feliz le cambio todas sus vacas por la flauta.

Al otro día el señor indeciso madrugo como era de costumbre, se sentó en el parque donde se hacia aquel joven comenzando a tocar la flauta, pero al contrario de recibir dinero de los habitantes del pueblo todos le lanzaban tomates, cebollas podridas y hasta sobras de comida, pero no hubo nadie que le diera una moneda; al regresar a su casa su esposa feliz lo esperaba, pero mala noticia, pues el señor indeciso se acerco a ella sin plata, sin vacas, sin flauta y por el contrario mal oliente y pr ser tan indeciso sin un peso en el bolsillo.

Aquí nacieron, aquí vivieron y ya murieron

Por Gabriel Felipe Malagón Espinosa
Edad: 7 años

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